Un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) es un establecimiento público de carácter (supuestamente) no penitenciario dependientes del Ministerio de Interior, dónde se retiene de manera cautelar y preventiva a extranjeros sometidos a expediente de expulsión del territorio nacional durante un máximo de 60 días.

Los motivos para verse internos dentro de estos centros son:

  1. Encontrase en situación irregular en territorio español
  2. Trabajar sin haber obtenido permiso de trabajo, aunque cuente con permiso de residencia valido
  3. Estar implicados en actividades contrarias al orden público o a la seguridad interior o exterior del Estado o realizar cualquier tipo de actividades contrarias a los intereses españoles o que puedan perjudicar las relaciones de España con otros países.
  4. Haber sido condenados, dentro o fuera de España, por delito sancionado con pena privativa de libertad superior a un año.
  5. Incurrir en demora u ocultación dolosas o falsedad grave en la obligación de poner en conocimiento del Ministerio del Interior, las circunstancias relativas a su situación.
  6. Carecer de medios lícitos de vida, ejercer la mendicidad o desarrollar actividades ilegales.

Los dos primeros supuestos son faltas administrativas (equivalente a no renovar la licencia de conducir o aparcar en una zona prohibida).

En España hay actualmente nueve Centros de Internamientos para Extranjeros. En Andalucía dos: uno en Málaga y otro en Algeciras (Cádiz) que funcionan desde 1990 y 2003 respectivamente.

Nuestra opinión

Desde Andalucía Acoge, consideramos que mientras que los Centros Penitenciarios disponían de su propia regulación legal (Ley General Penitenciaria y el Reglamento correspondiente), los CIE se han caracterizado por un total vacío legal hasta el año 1999. Pero esta normativa llegó tarde y mal: “tarde” porque catorce años sin la más mínima norma reguladora del funcionamientos de estos centros dio lugar a que se produjeran más de una arbitrariedad; y “mal” porque la categoría de la norma – una simple Orden Ministerial- no era la adecuada, toda vez que nos encontramos ante una restricción y limitación de derechos fundamentales.

En este sentido, destacar que estas restricciones y limitaciones en la historia de los CIE han provocado e numerosos incidentes e irregularidades, que vienen siendo denunciadas tanto desde la Federación Andalucía Acoge como desde otros ámbitos desde hace ya bastantes años y que se pueden resumir en las siguientes:

  • Internamientos de extranjeros en lugares diferentes a los propios CIE que no reunían las mínimas condiciones para ello.
  • Mantenimiento del carácter penitenciario de los Centros; sobre todo el de Algeciras que se encuentra en la antigua Prisión.
  • Denegación constante del acceso a estos Centros a las asociaciones de Andalucía Acoge y a otras organizaciones sociales.
  • Deficiencias de los propios Centros y de su personal:
  • Deficiencias estructurales: hacinamiento, falta de higiene, construcciones inseguras,…
  • Ausencia de trabajador social, intérpretes, psicólogos, personal médico permanente…
  • Múltiples incidentes: altercados, suicidios, abusos, incendios,…incluso un aborto en Málaga.
  • Denuncia por abusos sexuales a internas en Málaga por última vez en el año 2006, habiendo sido denunciado con anterioridad en otras ocasiones.

Estas denuncias, no sólo son el fruto del trabajo de nuestra federación, sino que también tanto el Defensor del Pueblo Andaluz como el Defensor del Pueblo Estatal se han hecho eco en sus Informes anuales de esta situación.

Asimismo, el mes de marzo de 2008 se ha hecho público un Informe encargado por la Comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo en el que hace una valoración de los Centros de Internamiento de los países de la Unión Europea. Tras la visita de la Comisión a algunos CIE de España se llega a la siguiente conclusión: los clandestinos son sometidos a un “sistema excesivamente estricto de detención de tipo penitenciario” que incluye el “encierro casi permanente en celdas”. La “degradación” en las condiciones de detención es particularmente grave en los centros de Algeciras, Fuerteventura y Málaga, donde a la mala situación de los inmuebles se suma la “ausencia de equipamientos básicos” para los internos como falta de ropa o botiquines sanitarios. El informe denuncia la carencia de personal para asistir a los inmigrantes y que la única “presencia casi exclusiva” es la de funcionarios de seguridad.

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