¿Cómo se comporta el odio en redes sociales? ¿Qué mueve a un hater a serlo? 

Las motivaciones de odio son tan absurdas, prejuiciosas estigmatizantes que solo necesitan unos segundos impregnarlo todo. Por la procedencia de una persona, su etnia, su aspecto físico, su orientación sexual, identidad, género, cuerpo, etc. En definitiva, por ser.

Cuando hablamos de redes sociales el odio pasa a llamarse hate. Es igual de nocivo y se expande a toda velocidad. Piensa en lo poco que tardas en subir un story, lo rápido que se hace viral un trend en  TikTok, y lo fugazmente que pasa al olvido, la  cantidad de reels que puedes ver en pocos minutos o lo sencillo que es interactuar con otra persona.

Lo que haces con el tiempo que pasa en redes define en qué lado de la historia estás.  

Tú decides si eres hater, cómplice, espectador/a o la persona que actúa para frenarlo. Solo necesitas aplicar con cabeza la ley de los 15 segundos.

¿Qué es la ley de  los 15 segundos?

La Ley de los 15 segundos marca el tiempo que necesitas para situarte al lado del odio o la convivencia. Una norma instaurada por ni más ni menos que el sentido común, y que muestra lo ridículo de los prejuicios que motivan los discursos de odio, tan básicos que se pueden aplicar en 15 segundos, y tan frágiles que se pueden desmontar en otros 15.  

¿Por qué solo 15 segundos? En redes todo pasa más deprisa. Por eso, para aplicar esta ley solo necesitas el tiempo que dura una story o un vídeo de Tik Tok. 

  • Dejar un comentario ofensivo en un post de Instagram te lleva sólo 15 segundos, pararte a pensar si está motivado por un prejuicio también.
  • Reenviar o compartir un meme con contenido racista te lleva sólo 15 segundos,  afear el comentario a tu amigo también.
  • Difundir un bulo a través de WhatsApp te lleva sólo 15 segundos,  utilizar el fact checking también.

Cómo empezar a aplicarla

Existen muchas formas de frenar el odio en redes en 15 segundos. Hacerlo es tan sencillo como activar el sentido común y detenerte a pensar si lo que haces en redes puede afectar negativamente a otro, ya sea por tratarse de una agresión verbal directa o porque estés alimentando un estereotipo o prejuicio de odio.

«Pero si solo es un chiste, un meme, una broma entre amigos, un simple comentario o un vídeo que se ha hecho viral». Ningún discurso de odio es “solo un chiste”, comienza descargando las herramientas del botón de abajo y ¡aplica la ley!

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